Vida sin sentido

Que se corte el internet es una de las peores noticias que podemos recibir en nuestra vida cotidiana. Pero que además se corte la señal de Claro y quede incomunicado (salvo por el viejo y clásico teléfono de línea que casi nadie usa) podría considerarse el apocalipsis del mundo moderno.

Para empeorar las cosas estoy solo en mi casa y mi perra está durmiendo, acostada cómodamente en la oscuridad de mi pieza. La televisión está abajo, sí, pero ya estoy cansado de ver los Juegos Olímpicos (de hecho estuvieron casi todo el día nadando y ése es uno de los pocos deportes que no me gusta mirar) y todavía falta una hora para que empiecen Los Simpsons en FOX, serie que a esta altura estaría convirtiéndose en la salvación. El resto de los canales son una lotería y la verdad es que no tengo ganas de apostar por algo bueno.

Últimamente me convertí en una persona bastante exigente a la hora de ver ficción, ya sea películas, series o animé (sí, me gusta el animé). Las últimas tres series que vi completas son Lost, Daredevil y Stranger Things, ésta última cautivándome de una manera que no me había pasado en mucho tiempo. En el medio abandoné varias como Once upon a time, Jessica Jones, Supernatural, Heroes Reborn, entre otras. Eso sí, a pesar de que no la sigo fielmente y que veo capítulos sueltos, otra que me tiene enganchado es The Big Bang Theory. Ahora ya se dieron una idea aproximada de mis gustos televisivos, aunque seguramente no les interesaba saberlo. Eso les pasa por leerme.

Como notarán este escrito es un producto derivado de mi aburrimiento ante la falta de internet. Ahora me estoy dando cuenta de lo dependiente que me volví de la RED. Para empeorar las cosas hace unos días salió Pokémon GO. Ese pequeño jueguito hizo que me volviera un obsesivo en el cuidado de la batería de mi celular, que ahora vive enchufado salvo cuando salgo de “cacería”. A pesar que de chico (y de grande también) nunca me gustó el animé de Pokémon (siempre preferí Digimon) admito que tiene buenos juegos y desde hace años me tienen cautivado en el mundo gamer, por lo que estuve esperando la salida de la app solamente para tener un poderosísimo y totalmente útil Magikarp.

Pasaron ya unos diez minutos desde que empecé a escribir esto y el internet aún no vuelve, ya lleva cerca de una hora así. Pienso y me pregunto a mí mismo si vale la pena publicar esto en mi blog, Facebook, Twitter, etc. Es un texto sin sentido alguno, o al menos sin utilidad, que no hace más que hacer públicos algunos gustos que tengo. Si fuese una persona famosa y me siguen muchas personas ansiosas de saber cosas sobre mi vida personal quizás fuese una mina de oro para ellos, pero como soy uno del montón, alguien más como vos y el que está allá, este escrito va a pasar sin pena ni gloria y se perderá entre los miles de millones de bites de información que hay en internet. Internet que por cierto aún no volvió. Aunque al menos en mi celular apareció el preciado símbolo del 4G.

En fin, al igual que el resto de mis textos, relatos y cuentos, verá la luz en la Web y serán ustedes, queridos lectores, quienes darán el veredicto de si se convierte en algo atractivo o simplemente será una publicación más.

P.D: ¡Volvió el internet! Bah, en realidad no volvió, era un problema del router que se solucionó reiniciándolo. Sí, estuve esperando como un boludo tres horas.